miércoles, 29 de julio de 2020

El Camino y la Vida


CLASE 8 El Camino y la Vida

¿

Qué es la Vida?. Es una sucesión de hechos que ocurren en un determinado espacio/tiempo. La vida mecánica en la que se encuentra el ser humano, es una sucesión de estados y eventos mecánicos, que conducen a la humanidad a la involución.

            ¿Qué es el Camino? Es salirse de la mecánica de la vida a través de un trabajo consciente para llegar a la Integración con Dios.

La Senda del Filo de la Navaja

(EL CAMINO)


            El camino se sale de las leyes mecánicas en que la vida nos ha traído o nos ha ubicado.
            En el camino aprendemos el dominio de la naturaleza inferior y a fusionarnos con la naturaleza superior.
            El camino del Filo de la Navaja es el camino del hombre equilibrado.

            Para recorrer el camino equilibradamente y no caer en los extremos del fanatismo, es indispensable subir la escalera de la vida vertical o camino, apoyados en los peldaños de la vida horizontal. Poniendo un pie en la línea horizontal y el otro en la línea vertical. O sea que debemos seguir cumpliendo con nuestros compromisos familiares, económicos, sociales, etc.. Esto no quiere decir que seguiremos en nuestra vida común y corriente. Lo que se afirma es que debemos cumplir con los compromisos arriba mencionados Los problemas, las circunstancias de la vida diaria debemos vivirlos sin identificación y sin fascinación, a fin de que nos sirvan de andamios para subir por la Vertical. No debemos irnos a los extremos, sino guardar el equilibrio. Viviendo la vida horizontal en forma concientiva, aprovechando segundo a segundo, todas las circunstancias adversas y favorables, para extraer de ellas la luz, con la cual nos alumbramos en el camino.

            El camino de la Autorrealización es una senda llena de peligros por dentro y por fuera; camino de misterios indecibles.
            En este camino interior cuando uno cree que va muy bien, en realidad va muy mal. En este camino interior cuando uno cree que va muy mal, sucede que va muy bien.            
            En este camino secreto existen instantes en que uno ya ni sabe qué es lo bueno y qué es lo malo.
            Lo que normalmente se prohíbe, a veces resulta lo que es justo; así es el camino interior...
            Todos los códigos morales en el camino interior salen sobrando; una bella máxima o un hermoso precepto moral, en determinados momentos pueden convertirse en un obstáculo muy serio para la Autorrealización Íntima del Ser.

            Afortunadamente el Cristo Íntimo desde el mismo fondo de nuestro Ser, trabaja intensamente, sufre, llora, desintegra elementos peligrosísimos que en nuestro interior cargamos. El Cristo nace como un niño en el corazón del hombre, pero a medida que va eliminando los elementos indeseables que llevamos dentro, va creciendo poco a poco hasta convertirse en un Hombre Completo.
            En el camino aprendemos a producir un elemento de cambio para cambiar nuestra forma de pensar, nuestra forma de sentir y nuestra forma de actuar.

¿Quién está dentro del Camino?

            La vida es la línea horizontal. Aquellos que quieren salirse de esta mecánica ingresan al camino.
            El camino es recorrido por personas que, con un poco de reflexión, con una lógica natural, se detienen un instante y se preguntan cuál es el verdadero propósito de vivir en este convulsionado mundo, lleno de maldad, de dolor, de sufrimientos y de estados psicológicos negativos. Dentro del camino están los rebeldes inteligentes, los que sienten inquietudes espirituales, sintiendo una fuerza que desde lo más íntimo de nuestro Ser, nos impulsa hacia la superación moral, psíquica y espiritual.

            Quienes tratamos de llevar el rumbo de nuestras vidas por este camino , nos encontramos con las enseñanzas y sabidurías de aquellos grandes Seres que, en todas las épocas, han dedicado y sacrificado su vida a enseñar con el ejemplo, con la palabra, para darnos la orientación, la Luz y la Reflexión necesaria para diferenciar lo que nos da el mundo con todo su materialismo y lo que en realidad debe anhelar todo ser humano como es la Sabiduría de su Alma y la Unión con su Cristo Íntimo.

La Vida es mecánica y horizontal, por ella va toda la humanidad sometida a las circunstancias

            La vida aparece en nosotros cuando nacemos y se proyecta en la horizontal.
            En los primeros años empezamos a formar nuestra personalidad, queramos o no queramos, es una Ley. Esa personalidad se forma de acuerdo al ejemplo de las personas adultas que nos rodean y al medio en que nos encontramos. Si en el hogar recibimos malos tratos en palabras o en hechos y nos dan mal ejemplo, eso se procesa en el subconsciente del niño para cuando sea adulto aparecer como una persona imitadora de lo que fueron sus primeros años de vida, de lo que allí aprendió.

            La vida, como ya dijimos, se relaciona en este viaje de niño a adulto y de adulto a la vejez y a la muerte. Esa vida se hace muy mecánica porque se va llenando con las experiencias negativas de lo que vivimos, de las costumbres, de los sufrimientos, los complejos, ubicando cada día a la persona en situaciones más deprimentes y más inconscientes.

            Si la persona es adinerada o tiene poder, vive fascinada y cree que eso es todo, llegando el momento de morir sin haber logrado ser dueño de sí misma, sin haber logrado nada en relación a su aspecto espiritual.
            La vida horizontal es para la gente común y corriente. Es la senda por donde van Raimundo y todo el mundo, Vicente y toda la gente, Villegas y todo el que llega.

            Es el camino ancho, fácil y placentero que conduce a la humanidad hacia la involución en los aspectos material, moral, psíquico y espiritual. Los estados psicológicos son producidos por los diferentes Yoes que en nuestro interior cargamos. Los eventos son exteriores. Son el reflejo de los estados.
            "Lo exterior es el reflejo de lo interior".
            Mientras no salgamos de la línea horizontal, estaremos sujetos a las siguientes leyes: Ley del Eterno Retorno, Ley del Karma, Ley de los Opuestos, la Ley de Accidentes, Ley de Recurrencia, etc....
            Entre tanto no abandonemos la vida horizontal, no pasamos de ser "Simples máquinas humanas" , controladas y dominadas por los diferentes Yoes que en nuestro interior cargamos, encargadas de transformar y retransmitir a las capas inferiores del planeta los diferentes tipos de energía cósmica. O sea, que sólo servimos a los intereses económicos de la naturaleza.

            La única forma de trascender este estado en que nos encontramos, es entrando al camino. Para entrar al Camino y avanzar por él, debemos trabajar intensamente con los Tres Factores de la Revolución de la Conciencia: morir, nacer y sacrificio por la humanidad.

La vida tiene la función en el Ser Humano de nacer, crecer, reproducirse y morir sin lograr nada objetivo para después de la muerte

            La humanidad en su conjunto es un órgano de la naturaleza, este órgano recoge ciertos tipos de ondas cósmicas, que luego inconscientemente transforma y adapta a las necesidades vitales del organismo planetario, cada bípedo humano es una célula orgánica del planeta tierra.
            La suerte que correría el planeta si la humanidad dejara de existir sería la misma de un hombre al que se le extrajera el hígado o el corazón.

            A los fines de la naturaleza, el hombre cumple con las funciones de nacer, crecer, reproducirse y morir, sin que logre con esto ningún avance en el camino espiritual.
            Las leyes de la naturaleza jamás nos llevarán a la liberación interna, para ello debemos recorrer el camino de la Revolución de la Conciencia.

El Camino es Conciencia, y va por la vertical, saliéndose de las leyes mecánicas de la Vida

            El hombre legítimo debe trabajar intensivamente sobre sí mismo con el propósito de eliminar dentro de sí los elementos indeseables que en nuestro interior cargamos.
            Si el hombre real no eliminara de sí mismo tales elementos, fracasaría lamentablemente, se convertiría en un aborto de la Madre Cómica, en un fracaso.

            El hombre que verdaderamente trabaja sobre sí mismo con el propósito de despertar conciencia, podrá integrarse con lo divinal.
            El hombre solar integrado con la divinidad, se convierte de hecho y por derecho propio en Superhombre.
            El camino que conduce al Superhombre está más allá del bien y del mal.

            El hombre común y corriente está limitado y esto tiene su razón de ser, no ha hecho la conquista de su propio Hombre interior, nos referimos a la Conciencia.
            Es la única que puede a través de su integración, darle al hombre la sabiduría, que le permita ser infinito en sus conocimientos. Si cada uno de nosotros no se lanza a bucear dentro de su propio mundo, nunca jamás será capaz de encontrar y mucho menos, rescatar a tantas partes autónomas de su Conciencia, que se encuentran embutidas dentro de los horripilantes tentáculos del Ego.
            De lo antes expuesto podríamos deducir, y nos daríamos perfecta cuenta que la única salvación que nos queda es que cada uno tome la decisión de empezar a descubrir ese mundo nuevo para arrancar de raíz las consecuencias del Ego.

            La conquista del Hombre es inaplazable, cuando la Esencia se escapa de las garras del Ego, nace el Amor en nosotros, lo más tierno, lo más puro del Alma, lo real, lo verdadero.
            Pero es necesario, querido lector que Ud. se resuelva a romper con el pasado, a desintegrar hasta la sombra del recuerdo de una vida incierta y accidentada que ha traído desde donde engendró y gestó el Ego, el cual hoy reclama ese ayer, ese pasado con todas sus nefastas experiencias. Esto no sirve, esto es negativo, allí está la raíz de lo que está viviendo en este presente, y si no toma decisiones serias en su vida, ese ayer se convertirá en un mañana lleno de tristeza, de dolor, con las consecuencias que hoy no se dominan.

En el Camino aprendemos a cumplir las leyes de Dios y a producir la revolución de la conciencia, la que nos lleva al conocimiento objetivo y real

            Es urgente la necesidad que el humanoide realice dentro de sí mismo una revolución consciente que le permita salir de su mecanicidad y sujeción a las leyes planetarias de: Vida y muerte, Retorno y recurrencia, Karma, Evolución e involución, etc..
            Nosotros necesitamos un cambio radical, definitivo y esto sólo es posible mediante la Revolución de la Conciencia.

            El hombre común puede desarrollar todas sus ocultas posibilidades si así lo quiere, pero el desarrollo de tales posibilidades no es una Ley. Para el hombre común, la ley es: nacer, crecer, reproducirse y morir, dentro del círculo vicioso de las leyes mecánicas de la naturaleza.
            Jesús el Cristo dijo: "Esforzáos por entrar por la puerta angosta porque os digo que muchos procurarán entrar y no podrán. Angosta es la puerta y estrecho el camino que conducen a todas las posibilidades del hombre, pero muy pocos son los que encuentran esa puerta y ese camino".

            La Revolución de la conciencia es el Quinto Evangelio que nos indica el camino que conduce al despertar de la Conciencia. El camino es difícil y exclusivista, por algo se lo llama "la senda del filo de la navaja". La conquista del Hombre es inaplazable, cuando la esencia se escapa de las garras del Ego, nace el Amor en nosotros, lo más tierno, lo más puro del Alma, lo real, lo verdadero.
            En el camino aprendemos a producir la Revolución de la Conciencia que nos lleva a un conocimiento objetivo, real.

Necesitamos un cambio radical si en verdad anhelamos conquistar la libertar y la paz porque el camino corresponde a un trabajo consciente

            La gente lucha por la libertad, derrama sangre en nombre de la libertad, oprime a sus semejantes en nombre de la Libertad, se gastan billones de dólares en armamentos, en ejércitos, para imponer la Libertad, pero, la Libertad nunca se impone a la fuerza.

            Una cosa es ser libre y otra cosa es tener libertad.
            Es conveniente que este asunto lo estudiemos a nivel individual para comprender el profundo significado de la Libertad.
            Un hombre no puede ser libre si en su interior lleva el Yo del odio, porque siempre será esclavo del enemigo o de la persona con la cual no puede convivir debido a que no armoniza, no se siente bien con esa persona.
            Una persona nunca podría ser libre si tiene el vicio del alcohol porque tiene que trabajar para mantener ese vicio.

            Una persona no puede ser libre si es esclavo de los dogmas o fanatismos religiosos o políticos porque siempre vivirá esclavo de las preocupaciones de cómo ganarle al adversario.
            Una persona no puede ser libre si se hace esclavo de los bienes que tiene.
            Una persona no puede ser libre si razona a cada instante sobre un pasado y ahora un futuro incierto que no existe.
            Una persona no puede ser libre si no aprende a ubicar, en su justo lugar, sus pensamientos negativos, sus emociones negativas, pasiones negativas, porque ellas le mortificarán de instante en instante y no le dejarán tener paz.

            Todos estos puntos de vista nos hacen comprender que es necesario e impostergable empezar, desde este mismo instante y momento, a trabajar intensamente sobre todos esos elementos infrahumanos que en nuestro interior llevamos y que no nos dejan tener paz.

            Antes de alcanzar la paz, tenemos que ser libres y para ser libres hay que eliminar el Yo, el mí mismo que tiene a la conciencia atrapada.
            La Paz es Dios en nosotros.
            Es necesario comprender que la libertad es algo íntimo.

            El hombre que es libre en su interior nunca sería capaz de entrar en la guerra o en las polémicas de los demás debido a que, cuando se es libre en la parte interna, ya no hay esa guerra interior y por ende la libertad interior se refleja en la libertad exterior y toda guerra para este hombre o para esta persona resulta absurda.

Resumen:

            Aquí trataremos de aclarar que la libertad es algo que se procesa internamente mediante el trabajo consciente.

            Se procesa en cinco puntos:
1.    - Libertarnos de esa personalidad que tenemos egoísta.
2.    - Libertarnos de la mente terrena, lunar.
3.    - Libertarnos de las emociones negativas.
4.    - Libertarnos de los instintos negativos.
5.    - Libertarnos del yugo del Yo psicológico para que en nosotros nazcan los dos instrumentos del SER: Intelecto superior y Emoción superior.

            La Paz es un don de Dios que cada persona debe crearla, desarrollarla en sí mismo; esto debido a que los elementos que no quieren la Paz están dentro de cada uno de nosotros.
            Se llaman Yoes, Egos, Diablos que viven de la guerra, ejecutan la guerra, hacen la guerra. Si el individuo no tiene la Paz, no puede hacer la Paz en el hogar que es el núcleo de la sociedad más pequeño que existe.

            Si el jefe de un hogar no tiene paz, no puede vivir en armonía con su esposa e hijos, y por ende eso se refleja en la sociedad.
            La Paz no se impone, la Paz nace.

            Para llegar a tener paz es indispensable la revolución de la conciencia, para poder eliminar radicalmente todos los elementos que llevamos dentro que producen la guerra.
            Toda persona que quiera tener paz, tiene que comprender y resolverse a eliminar de su psiquis y de su mente todos esos yoes gritones, pendencieros que forman conflictos de momento en momento y se escudan detrás del poder, detrás del deber, detrás de la autoridad que la persona ejerce en medio de la sociedad.

            En este tema trataremos de hacer entender que la Paz es un atributo de Dios que adviene a nosotros por una rectitud y porque hemos eliminado de nuestra naturaleza inferior los Yoes o elementos que producen discordia.

            Hay que tener primero Amor para que después tengamos la Paz.
            Tener Paz frente a la guerra.
            Tener Paz frente al enemigo.
            Tener Paz en nuestro interior.
            Tener Paz para compartirla con nuestros semejantes que aspiran a la guerra.
            Tener Paz para el descanso.
            Tener Paz en actividad.
            Y sobre todo, vivir en Paz, para morir en Paz.

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